
Fernando Muslera fue clave en la definición desde los once metros, la definición del “loco” Abreu exquisita, pero todo eso, la vuelta de un grande, Uruguay, a unas semifinales de la Copa del Mundo cuarenta años después, e incluso un eventual tercer título para los charrúas no hubieran pasado de ciencia ficción si no fuera por el bueno de Luis.
El partido agonizaba y una jugada embarullada iba a dejar a Uruguay fuera, pero ahí estaba él para meter una mano salvadora, que por justicia debería, incluso, ser más recordada que aquella de Maradona. Luis Suárez lo pagó con una roja y perdiéndose las semifinales, instancia que por cierto, Uruguay jamás disputaría si no fuera por su heroica actitud.
Ahí está la ´celeste´, otra vez entre los grandes, en un lugar que se merece como nadie, un país que respira fútbol por los cuatro costados y me atrevería a decir que “el país del fútbol”. Está tras un partido que ni el mejor guionista hubiera imaginado, un partido que demuestra por qué el fútbol, a pesar de todo, es algo tan grande.
Esto es el fútbol y por eso los charrúas son bicampeones del mundo, algo que muchos sofistas charlatanes desprecian por puro analfabetismo futbolístico, buscando lírica donde no toca y vendiendo humo al mejor postor.
El equipo de Tabárez va a por la gloria y humildemente espero que este título se vaya al lado olvidado del Río de la Plata y que Luis Suárez levante la copa, una copa que de conseguirse, le tendría como el hombre clave por muchos goles que Fórlan & company puedan marcar. Gracias Luis, gracias por recordarme por qué me gusta tanto el fútbol.
1 comentario:
gran titulo che
un abrazo
Publicar un comentario